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Gabriel Arana

Falsas promesas

¿Por qué si dice que me ama me engaña? ¿Por qué quiso ser mi novio si al final tiene viarias? ¿Por qué me ruega para seguir conmigo pero después ni se preocupa por mí? ¿Por qué prometió que no volvería a serme infiel y lo volvió a hacer? ¿Por qué mi pareja no cambia?

Estas son algunas preguntas muy comunes que recibo diariamente, y todas se enfocan a la mentira, personas que prometen algo y no cumplen.

Pero vamos en orden, es naturaleza de los humanos ser mentirosos, seguramente usted también el algún momento de su vida mintió, a veces son cosas sin importancia, por ejemplo en su niñez rompió algo y tuvo que decir que no fue usted, mentirle a sus padres para poder salir a algún lado, inventar un pretexto por haber fallado a un compromiso, y otras mentiras.

¿Pero por qué en el amor, la mentira es tan dolorosa?

Porque todo lo que nos dicen o prometen lo tomamos muy literal, me refiero que si alguien le dice “te amaré por siempre”, usted cree que así será y si le fallan se siente engañado; si alguien le dice “nunca más te engañaré”, usted cree que así será y cuando le vuelven a poner los cuernos se siente engañado también…

Pero el amor no se debe tomar de esa forma, si creemos en todo lo que nos dicen todas las personas al final vamos a vivir un amor de mentira, existen otro tipo de personas que no son expresivas pero demuestran su amor de otra forma, siendo respetuosos, cariñosos y fieles; entonces este tipo de personas que no dicen nada ¿No aman de verdad? Claro que aman, sólo que no les nace decirlo.

El problema no es que le digan o que no le digan nada, el problema es que usted quiera creer lo que le dicen, uno de los problemas en los fracasos sentimentales son las mentiras que nosotros mismos nos decimos y no las que nos dice nuestra pareja. Por ejemplo, si su novio o novia le viene poniendo los cuernos variadas veces y siempre promete dejar de hacerlo ¿Quién está mal? Lamentablemente usted, por seguir en esa relación que no tiene futuro, es más su pareja ya está acostumbrado a pedir disculpas, prometer no hacerlo nunca más y listo, sabe que usted se comerá ese cuento absurdo.

En una relación sentimental todos tienen una oportunidad de demostrar lo que quieren, me refiero que no hay nada que podamos hacer para garantizar que no nos fallen, pero si nos mienten o nos engañan, ya no hay nada más que hacer, demostraron que no eran lo que decían.

Quejarse de su relación o de su pareja no hará que las cosas cambien, el problema no es su pareja, el problema es usted que insiste en seguir ahí.

La mayoría de mis post y videos de Youtube tienen este mensaje de fondo, el problema no es su pareja infiel, su pareja mentirosa, su pareja celosa, etc… El problema es usted que se sigue mintiendo y tratando de cambiar algo.

Cuando comienzo una sesión de terapia lo primero que hago es escuchar la historia de la persona que estoy atendiendo, para saber realmente su situación y las ganas de superar el problema, casi siempre les pregunto: ¿Usted en serio quiere dejar a esa persona para siempre?, y lo hago varias veces, las primeras veces responden ¡Claro que sí!, pero después de la tercera vez comienzan a dudar, esa es la prueba de que lo que dicen en realidad no es lo que quieren.

Para poder dejar a alguien o superar una relación tormentosa, el primer paso es no mentirse a usted mismo, lo que le dice o promete su pareja no son las mentiras que le lastiman, es usted mismo que se lastima al querer creer en esas mentiras.

Siento que este post no sea motivacional para animarle a seguir adelante, es uno de esos post realistas donde le estoy contando una cruda verdad, pero el amor es así, usted necesita ser fuerte para no sufrir, necesita saber que es una persona valiosa y que todo lo que le dicen no tiene ningún valor si no lo cumplen, son simples falsas promesas.

Tampoco ande preguntando todo el tiempo ¿Tú me amas? Porque siempre le van a decir ¡Sí!, es una pregunta tonta que sólo obliga a alguien a mentirle, fíjese en sus actos y se dará cuenta si le ama o no.

Las palabras sobran, los actos son los que cuentan.

 


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